Los tranvías de San Francisco son la forma más característica de recorrer la ciudad. Un medio de transporte histórico e imperdible.
Los primeros tranvías eran impulsados por caballos, y desde la década de 1870 se fueron reemplazando por coches eléctricos. Entre las tres rutas de cable cars pasan por algunos barrios muy destacados, como el Distrito Financiero, Nob Hill, la Lombard Street, Chinatown y, por supuesto, el hermoso Fisherman’s Wharf.
Dependiendo de la hora, para subirte en la cabecera quizás tengas mucha demora. Y en las paradas intermedias vas a poder subirte solamente si hay lugar a bordo. No es un medio de transporte eficiente, está claro. Ni barato: el boleto cuesta 7 dólares para los adultos, pero atentos porque están incluídos en algunos pases turísticos de la ciudad. Como sea, no podés perderte la oportunidad de viajar en uno de los pocos sistemas de tranvía que quedan activos en el mundo.
